diumenge, 30 de març del 2008

Manual de adoctrinamiento para españoles corrompidos por una mala educación (V Sobre izquierda y nacionalismo)

La peor incoherencia y contradición está en vuestros propios mapas: Mapa político de España (Jorge Torres Villegas, 1852), hoy en la Biblioteca Nacional de Madrid, con la '“España uniforme o puramente constitucional”, la “España incorporada o asimilada”, la “España foral” y la “España colonial”

Español estafado culturalmente y manipulado políticamente (Félix Ovejero por ejemplo): _Qué coñazo tener que repetir algunas cosas: por definición, siendo de izquierdas no se puede ser nacionalista.

Catequista: _El mejor ejemplo que podrían dar los internacionalistas que ven incompatibilidad entre izquierda y nacionalismo sería el de apostar por la disolución rápida, inmediata y definitiva de sus estados en unidades más amplias (Europa por ejemplo), porque acostumbra a ser el mismo estado con su imposible pretensión a la uninacionalidad quien genera nacionalismo de estado-nación y nacionalismos en las naciones que, ante la imposibilidad de un estado compartido, aspiran a un estado propio.
I pensem, encara, en un detall revelador: els antinacionalistes, els típics antinacionalistes d’avui, procedeixen de les nacions potents, de les nacions que tenen el nacionalisme més arrelat perquè l’hi inciten i treballen les enormes maquinàries estatals. I el seu nacionalisme, nacionalment, no exhorta al desarmament del nacionalisme dels seus compatriotes, sinó més aviat al dels nacionalismes que li són adversos interns, veïns o colonials... ...Perquè jo no comprenc com hauria d’esperar-se que un nacionalisme _gran o petit_ deixi de ser nacionalisme, si els nacionalismes que el rodegen, i que per impuls espontani _per ser nacionalismes_ li són hostils, no deixen de ser nacionalismes simultàniament… En realitat, un nacionalista només es crispa i arbora enfront d’un altre nacionalisme que l’amenaça. O millor: una nació només té necessitat _de vegades necessitat biològica, d’instint de conservació_ d’exaltar-se en nacionalisme, quan es veu en perill davant les ambicions d’una altra nació. Som molts els homes del món _i, ai!, a la mateixa Europa i tot_ que ens sentim nacionalistes perquè els altres no ens permeten deixar de ser-ho… (Joan Fuster). "
Y pensamos, todavía, en un detalle revelador: los antinacionalistas, los típicos antinacionalistas de hoy, proceden de las naciones potentes, de las naciones que tienen el nacionalismo más arraigado porque lo incitan y trabajan las enormes maquinarias estatales. Y su nacionalismo, nacionalmente, no exhorta al desarme del nacionalismo de sus compatriotas, sino más bien al de los nacionalismos que le son adversos internos, vecinos o coloniales... ...Porque yo no comprendo cómo tendría que esperarse que un nacionalismo _grande o pequeño_ deje de ser nacionalismo, si los nacionalismos que lo rodean, y que por impulso espontáneo _por ser nacionalismos_ le son hostiles, no dejan de ser nacionalismos simultáneamente… En realidad, un nacionalista sólo se crispa y arbola frente a otro nacionalismo que lo amenaza. Mejor aún: una nación sólo tiene necesidad _a veces necesidad biológica, de instinto de conservación_ de exaltarse en nacionalismo, cuando se ve en peligro ante las ambiciones de otra nación. Somos muchos los hombres del mundo _y ¡ay!, incluso en la misma Europa_ que nos sentimos nacionalistas porque los otros no nos permiten dejar de serlo…"

Y cada definición tiene múltiples acepciones, incluso “izquierda”. Sí, sí, ya sé que Marx dijo: “Los trabajadores no tienen patria. No se les puede privar de lo que no tienen”, pero que els obrers no tinguin pàtria no vol dir en cap manera que no n’hagin de tenir (Manuel Serra i Moret), "que los obreros no tengan patria no quiere decir de ninguna manera que no deban de tener". En cualquier caso, ni Marx ni nadie puede arrogarse en exclusividad el derecho de interpretación de la izquierda. Es del mismo Marx la frase: “No soy marxista”.

1 comentari:

Anònim ha dit...

Doncs, sí, que m'encantaria deixar de ser nacionalista, deixar de ser independentista, pel fet que no n'hi hagués cap necessitat, pel simple que els veïns, separats o fins i tot junts, ens haguessin deixat en pau d'una vegada.